Temperancia:
Consiste en la moderación de las pasiones y apetitos, sometiéndolos al dominio de la razón. Templanza
Es abstenerse del uso de las substancias y actos dañinos y el uso moderado y cuidadoso de las que son beneficiosas.
Algunos significados y definiciones de temperancia:
- La temperancia es el dominio propio mediante el poder del Espíritu Santo
- Pedir a Dios que, mediante su Espíritu Santo, nos guíe en las elecciones que hacemos.
- Elegir servir a Dios primero.
- Elegir decir "no" a Satanás. edir a Dios que nos de fuerzas para resistir las tentaciones.
- Elegir comer y beber lo que es saludable de manera que honremos a Dios.
- Elegir no comer ni beber nada que sea dañino.
- Elegir permitir a Dios que nos guíe en todas nuestras actividades diarias.
- El hombre fue creado perfecto, a la imagen de Dios; saludable y libre de enfermedades.
- Adán y Eva disfrutaban de apetito natural dado por Dios para que disfrutar·an todo lo que él había hecho.
- Dios también les dio el poder de la razón, la elección y el dominio propio.
- Ellos fueron tentados por Satanás para que comieran el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal.
- Habiendo sido engañados, usaron el poder de elección incorrectamente.
- Perdieron su dominio propio, y llegaron a estar bajo la influencia de Satanás.
- Esto es una evidencia de falta de dominio propio.
Toda verdadera reforma tiene su lugar en la obra del Evangelio y tiende a elevar al alma a una vida nueva y más noble. La obra de temperancia requiere especialmente la ayuda de los obreros cristianos, quienes deberían atender a esta reforma, y hacer de ella una cuestión vital. En todas partes deberían enseñar al pueblo los principios de la verdadera templanza, e invitar a los oyentes a firmar el voto de temperancia. Debe hacerse todo lo posible en beneficio de quienes son esclavos de malos hábitos. En todas partes hay algo que hacer por las víctimas de la intemperancia. En el seno de las iglesias, de las instituciones religiosas y de los hogares en que se hace profesión cristiana, muchos jóvenes van camino de su ruina. Sus hábitos intemperantes les acarrean enfermedades, y por el afán de obtener dinero para satisfacer sus apetitos pecaminosos caen en prácticas deshonestas. Arruinan su salud y su carácter.